Tenemos que acusar recibo, aunque con un poco de retraso, al trabajo que nos ha enviado Juan Fermín López Markaida y realizado en época de pandemia con la colaboración de un grupo de Amigos del Ojillo.
Son 80 páginas con letra manuscrita a la antigua usanza, de pequeño tamaño y densa, lo que dificulta un poco su lectura, pero con un contenido que a la gente del Ojillo nos despierta el interés.
Por su índice vemos que recorre cada casa de la calle, número por número, con sus vecinos y sus comercios, desgranando recuerdos orales de los años principalmente de posguerra, que son las décadas que recordamos los que vamos quedando, con personajes, anécdotas, cuadrillas, aconteceres, y hasta unos capítulos dedicados a recordar nuestro lexicón, con sus localismos, expresiones, dichos y vulgarismos de aquellos años.
Recuerdos con que nos referíamos a diversa gente, ya fueran los aprovechateguis, los boronos, cagaprisas, cantamañanas, ganorabakos, jebos, mangarranes, metetes, pitxurrines, sinsorgos, txirenes, zaranbolas, birrotxos, chorras, chorroborros, gilipollas, tontolabas, pingos, cegatos, plastas, vagonetas, gandules, …. que de todo había en la viña del Señor.
Volveremos sobre este trabajo que tantos recuerdos traen a la gente mayor y que son fiel reflejo de una época de nuestra historia que ya pasó.
Se. Puede comprar u obtener de alguna manera?
ResponderEliminarMagnífico y concienzudo trabajo de Juan Fermín, que sin duda alguna hará brotar más de una emotiva lágrima a aquellos en su día chavales del Ojillo, y a otros que sin serlo nos identificamos con ellos.
ResponderEliminarQuiero agradacer a Juanfer su gran trabajo y su esfuerzo por mantener viva la memoria de un barrio con mucha personalidad.
ResponderEliminarComo hemos señalado el trabajo escrito a mano y fotocopiado en blanco y negro, no está a la venta, el autor lo facilita amablemente a quien se lo solicite, que puede ser a través nuestro.
ResponderEliminarMis más sinceras felicitaciones a los autores por su trabajo. Hasta los 25 años viví en el Ojillo (desde 1973, cuando nací, hasta 1998, cuando pasé a vivir cerca de Repélega), así que tengo muchos recuerdos de esta vitalísima calle: sus tiendas, sus personajes populares, la bajada de San Roque... Para mí el Ojillo era el centro del universo
ResponderEliminarMe gustaría, que ya que no está a la venta, se me pudiera facilitar, el trabajo de Juan Fermin...
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