Hoy traemos la noticia de la visita de un personaje ilustre de su tiempo, hace ya siglo y medio, cuando todavía existía la temible barra y no se había construido el muelle de hierro que acabaría con ella.
Se trata del marqués de la Vega de Armijo que formó parte del Gobierno español varias veces encargándose de la cartera de Fomento y la de Gobernación siempre desde el bando liberal.
Nos la facilita, como no podía ser de otra manera dada su erudición sobre estos temas, Dani Docampo y dice así:
Aprovechando una visita a Bilbao, Antonio Aguilar y Correa (1824-1908), marqués de la Vega de Armijo, ministro de Fomento desde diciembre de 1861, navegó en el vapor Nervión en “una tarde serena y hermosa, un sol claro pero no sofocante, una ría sosegada” hasta “la punta de los muelles de Portugalete […]. El ayuntamiento de aquella villa no quiso dejar pasar esta ocasión de demostrar su galantería al señor ministro, y mandó echar a vuelo las campanas, disparar chupinazos y cohetes, acudiendo a recibir al señor marqués al desembarcadero de la plaza, acompañado de un crecido pueblo. El ministro de Fomento llegó hasta la punta del muelle, en ella estuvo contemplando un rato el mar, visitó la iglesia de Portugalete, y se reembarcó pasados diez minutos lo más, enderezando el vapor Nervión la proa río arriba hasta la rampa de la Botica, donde por falta de agua hubieron de saltar a tierra los viajeros y ocupar los coches que allí tenían preparados”
(La Época, tomándolo del Irurac-Bat, 25-08-1862).
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