Tras la publicación del calendario municipal del 2018, en el que incluimos
una foto de tres lecheras que ya presentamos en el libro de la Colección El Mareómetro,
Portugalete en la fotografía. La sociedad
portugaluja del siglo XX, del archivo de Eduardo Benito, de la que desconocíamos nombres y fecha, hemos
recibido un correo de Martin Uriarte que
ya nos glosó la figura de su abuela Martina que aparecía vareando la lana de
los colchones, para decirnos que “no sólo
aparece mi abuela Martina, porque ¡oh, casualidad!, también está mi otra
abuela, Emilia, es la del centro de la imagen de las tres lecheras en el mes de
mayo y, por cierto, las tres son parientes por el lado paterno: mi tía-abuela
Clarita, mi abuela Emilia y la hija de la prima Felipa”.
Al igual que
le pedimos en el caso de Martina "la colchonera", ahora lo hicimos ante este
descubrimiento de las lecheras y nos ha mandado lo siguiente:
La fotografía de mayo en el calendario
municipal de 2018, nos presenta la imagen de tres señoras dedicadas al reparto
domiciliario de leche. En esos años en que no había centrales lecheras que
ofrecieran la recogida de producto en origen, esa era una de las opciones de
trato que disponía el ganadero: la venta en el propio caserío ó la venta por
entrega en domicilio, que germinaba en el personaje de “el lechero” ó “la
lechera”, que muchos recordamos.
En el caso de quien esto relata, Bautista
Negrete e hijos: Juantxu, Paco, Juan Ignacio… fueron nuestros “lecheros”.
Esa forma de comercio se estiró, a duras
penas, casi hasta los años setenta. Ya para entonces, los gobiernos empujaban,
por un lado, en el avance de la calidad de las reses, con razas más
beneficiosas, y por otro, en las condiciones de pastoreo y de forraje para
estabulación y en los requisitos de salubridad en el ordeño y almacenaje de la
leche, siempre con la intención de aumentar el peso de carne obtenido en canal
ó una producción lechera con mayor garantía de salud.
Pero no habíamos llegado ahí y, en la
década de los “años veinte”, se nos ofrecían escenas como la que recoge la
presencia de las lecheras en la parte baja de Portugalete, en la calle Salcedo.
Las “lecheras” que vemos son: Clara Uriarte Aldana (izda) y Josefa Bidea
Aldana (dcha), ambas de Ballonti, junto con Emilia Cerro Leura (centro), de Urioste
y situamos circunstancialmente la imagen en las fechas indicadas, porque la
abuela Emilia ya había cesado en esa labor de reparto, para cuando los abuelos
casaron -1929-.
Y hablaremos de ella, nuestra abuela
paterna, Emili “la lechera” (Gallarta-1906), tal como era conocida en aquel
Portugalete. Si preguntáramos ahora, pocos la recordarán y si lo hacen, es que
ya son centenarios.
Su padre, el abuelo “Carranza”, trabajaba
en las minas y, con la edad, pasó a vigilar un lavadero de mineral. La abuela
Emilia era la mayor, después estaban Agustín, Gregoria, Julia y Santa. En casa,
tenían vacas y la abuela, vendía en Portugalete la leche que daban.
Muy probablemente, el burro de la foto sea
el de casa, que la abuela cargaba y pasaba por Ballonti recogiendo a las
compañeras, y sus cacharras en los capachos, de camino a Portugalete.
No habíamos oído hablar de esa faceta
vital de la abuela Emilia previa al matrimonio. Después, cuidar de cuatro
hijos, y algunos huertos y pastos, necesita tiempo y da mucha tarea y en la
casa del mirador, en la plaza de Urioste, donde la puerta siempre estuvo
abierta y hubo caldito caliente ó café con leche para el visitante, los
Uriarte, Emilia y Pablo, en la cuadra, tenían leche casera propia, de una vaca,
y también algunos otros animales, conejos, aves y hasta una oveja, que procedía
siempre del rebaño de un primo del abuelo Pablo, José Quintana Uriarte, de
Olazagutía, que cada año traía su gran rebaño ovino a parir en las campas de La
Cuesta en Zierbana.
Aquí, José vendía muy bien los corderos
que traía y el abuelo le compraba una oveja cada año. Esa oveja es la que
recordamos, y era destinada a consumo familiar.
Este José, era el padre de dos grandes
luchadores, Pedro y Juan Quintana Bengoetxea, conocidos como Bengoetxea I y
Bengoetxea II. Pedro fue 22 veces campeón de España de lucha libre. Además, en
7 ocasiones fue campeón de Europa y 3 más, campeón mundial, títulos reconocidos
por la International Wrestling Association.
Situada a la izquierda en la foto, Clarita
(1907), fue cuñada de la abuela Emilia tras su casamiento con Pablo Uriarte que
era el hermano mayor. Ella, segunda en orden, fue quien cuidó de los ocho
hermanos -Pablo, Luis, Martin, Manolo, Asun, Tomás, Carmen y Valen-, a raíz del
pronto fallecimiento de los padres.
Clara y Atenógenes, su marido, tenían
huerto y frutales, subiendo a la derecha, en la antigua Estrada de Zomillo,
donde ahora está situada la plaza del Doctor Escorihuela.
De Josefa, los recuerdos me flaquean. Era
prima carnal del abuelo Pablo. Ambas madres eran hermanas y Josefa era hermana
de Inacito, un personaje conocido entre los chiquiteros portugalujos por su
afición a la guasa y porque solía encabezar la bajada de San Roque, animado por
el son de txistus y tamboriles.
Pensad que Emilia “la lechera” y Martina
“la colchonera”, integrantes de una generación que bregó duro y fuerte por la
familia, a la fecha de esa foto aún no se conocían, fueron consuegras y, unos
noventa años después, comparten presencia en un calendario.
Y ante el nuevo año 2018
a todos los del Mareómetro,
un portugalujo de El Ojillo,
os envía un gran abrazo.
Martintxu
No hay comentarios:
Publicar un comentario