Ha finalizado la exposición de fotografías sobre los muelles de la Villa a través de los fondos de la Autoridad Portuaria de Bilbao, que ha tenido lugar durante el mes de febrero en la Torre de Salazar.
Es una gran satisfacción la gran acogida que ha tenido, a pesar de las consecuencias de la situación sanitaria y el confinamiento municipal, que ha hecho que muchos se quedaran sin poder verla.
De catálogo de la exposición, en el que se recogen todas las fotografías de la misma, ha servido el nº 1 del nuevo suplemento de la colección El Mareómetro, que bautizado con el título de TEMAS JARRILLEROS, ha sido muy valorado.
Dado que no se han distribuido todos los ejemplares editados, durante este mes de marzo se podrá disponer de ellos en el Centro Cultural Santa Clara.
Igualmente y siguiendo la norma con todas nuestras publicaciones, se puede consultar o descargar en formato pdf enbiblioteca digital portugaluja (pinchar).
Se trata de recoger la obra de aquellos fotógrafos del siglo XIX que visitaron la Villa y que nos dejaron las primeras imágenes que conocemos de ella. No deja de ser un reconocimiento a fotógrafos como Jean Laurent y su primera fotografía de 1864, a Hauser y Menet, cuyas fotografías se reprodujeron también en miles de tarjetas postales que llegaron a todo el mundo, al bilbaíno Telesforo de Errazquin, o al burgalés Juan Antonio Cortés. Sin olvidar aquellas otras fotografía como la que hemos elegido para portada del segundo número de TEMAS JARRILLEROS, que figura en los fondos de la Biblioteca Nacional de España sin citar el nombre del fotógrafo.
Hay varios elementos a destacar en la foto de portada del nº 2 de Temas Jarrileros.
ResponderEliminar- Los muros de la Torre de Salazar están rebocados, y en ellos se han abierto varias ventanitas que parecen neomedievales (incluso parece percibirse una ventana geminada).
- Se vé con meridiana claridad la estructura del edificio anexo, del que no se tienen muchas referencias visuales.
- La muralla, aún almenada, se erigía altiva sobre un promontorio, que nos anima a imaginarnos lo inaccesible que debía ser en la Edad Media. Hoy ese promontorio está cubierto por una pequeña cuesta junto al bar Siglo XX.
- Junto a la muralla se ven unas casas de fachadas revocadas con yeso o cal con entramado de madera. Seguramente este reboque oculte un material más pobre, como el ladrillo, como debían ser la mayoría de las casas de la villa.
En fin, es una preciosa imagen que nos aproxima a lo que debió ser el Portugalete medieval.