De esta foto procedente de los fondos de
Andrés Zorraquín que estamos dando a conocer antes de su presentación en una
exposición municipal, José Luis Garaizabal nos recuerda que se trata de una imagen, ya conocida, del bebedero de la plaza de la Ranchería tras la
demolición del “cuartelón” en 1942 y la casa nº 40 de la calle del Medio, sobre
cuyos restos juegan y posan tres chavales.
Una barrica del bar El Metro reposa en
el suelo mientras las aguas brotan con fuerza por el sifón derramándose por el
suelo de tierra, con tres portugalujos posando para la historia. Resulta
extraño este derroche de agua en aquellos años en que había escasez y se
estaban abordando distintas captaciones y traídas hasta la villa.
Este bebedero anteriormente estuvo junto a la
fuente del Cristo adosada a la nueva casa que había construido
Sotera de la Mier junto a su palacete meses después de morir su esposo José de
Gorostiza (luego farmacias de Basañez y Quiroga).
La
fuente original había sido trasladada en 1857 desde la cercanía de la ermita
del Cristo, al construirse la carretera de Portugalete a Burceña. Todo parece
indicar que sus aguas eran las del ya soterrado arroyo Ojillo.
Bajo estas líneas el plano de Francisco
de Berriozabal de 1895, tres años después de la traída de aguas a la Villa
desde Galdames, para trasladar dicha fuente de la plaza del Cristo, desde donde
sus aguas sobrantes corrían por la calle del Medio, a la plaza de la Ranchería,
del que hablaremos en la entrada siguiente.
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