miércoles, 7 de abril de 2021

JESÚS YAGÜE ARECHAVALETA (1937-2021).UNA PASION POR EL CINE


 La semana pasada murió Jesús Yagüe Arechavaleta. La pasión por el cine había prendido en él desde muy joven cuando todavía con pocos años desde la casa de su abuelo Arechavaleta (popular comerciante de la calle del Medio) veía los carteles del Cine Ideal, que unos años después se podía palpar cuando dirigía aquellos CINE FORUM que hacían en el HOTEL, algunos moderando también el coloquio, hasta marcharse a Madrid en busca de su ideal de hacer cine.

Se lo contaba recientemente a un amigo:

"Cuando yo tenía cuatro o cinco años mis padres me dejaron al cuidado de los abuelos maternos. Y entonces descubrí que enfrente de la casa donde vivían, al otro lado de la calle, había un local grande, muy grande, que se llamaba Cine Ideal, donde todas las semanas ponían encima de la marquesina un cartel panorámico ocupando toda la fachada con unos dibujos en colores muy llamativos, con nombres de personas como Humphrey, John, Ginger o Katherine... Y, debajo, títulos sugerentes donde se leían palabras como "Amor", "Viento", o "Aventura"...

Al cumplir seis años me llevaron una vez y descubrí que aquello era el cine, donde te contaban una historia que no tenía colores pero que te atrapaba. Y me atrapó. Por eso, catorce años después, dejé mi pueblo y me vine a Madrid para intentar hacer aquello que yo había visto en la pantalla: el cine, eso era el Cine para mí".

Tras unos primeros años, que no fueron fáciles, empezó colaborando como ayudante de dirección para en 1964 realizar sus primeros cortometrajes. Uno de ellos, Los seis días, fue galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía y con el Premio Federación de Deportes.

Tras este espaldarazo realizó en 1965 su primer largometraje titulado Megatón Ye-Ye, seguido de otros cuatro, los últimos también como guionista, Los flamencos (1968) y Los escondites (1969), ésta su película más personal, que años después sería programada en el Festival de Stiges.

Con la llegada de los años 70 y el cine de “destape”, realizó cuatro películas, empezando por La mujer es cosa de hombres (1976), con José Sacristán, y la última, Préstame a tu mujer (1981), interpretada por Alfredo Landa, una de las más conocidas.

Desde 1971 hasta que se retiró en 1995 se dedicó también a dirigir series y escribir guiones de televisión.

En una de sus habituales visitas y tras la muerte de sus padres, nos comentó que el único cordón umbilical que le unía a Portugalete era su suscripción a la Colección El Mareómetro.

Mañana recogeremos sus recuerdos, EL LUGAR DONDE COMIENZAN MIS SUEÑOS,  escritas desde su residencia en Mataelpino en Madrid al jubilarse en 1995.



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