En el ejemplar de este mes de enportugalete.com se recoge la figura de este portugalujo, uno de los tres Salazares de los primeros siglos que figuran en el Diccionario Biográfico Portugalujo, junto con su bisabuelo Lope García Salazar, “el cronista”, y su padre Ochoa de Salazar el, “preboste” por antonomasia.
En aquellos primeros siglos de la Villa existieron muchos que llevaron el nombre de Lope García de Salazar, o Salazar a secas, según les interesase por circunstancias de linaje y no por el apellido de su progenitor, aunque para muchos solo exista el “cronista” al cual se le aplican todo tipo de noticias.
Si a este personaje que en la Villa tiene una estatua frente a la torre en que murió envenenado, se le rinde homenaje por ser el primer historiador de nuestro País, con su monumental obra Bienandanzas e Fortunas, al que hoy presentamos y cuya figura encontramos en el zócalo del retablo mayor de la basílica, se le debe la existencia de esta maravilla del arte religioso de Euskadi. Por lo tanto bien se merece ser recordado.
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