Los siguientes recuerdos de nuestro querido barrio de Repélega me fueron relatados por Santos y su mujer Charo, de 72 años (nacidos en 1950), habitantes del Grupo El Progreso.
La más veterana del barrio es Charo, pues su abuelo fue uno de los cooperativistas que levantó las casas de El Progreso, inauguradas en 1931. De hecho nació en 1950 en el n.º 39 de esta bonita barriada, donde nunca ha dejado de vivir. En cuanto a Santos, es natural del pueblo cántabro de San Miguel de Aras, muy cerca de Treto y su ría. En 1954 la familia de este último emigró desde el citado pueblo a Urioste (Ortuella), desde donde, en 1958, se trasladaron al barrio de Villa Nueva.
En ese mismo año el padre de Santos, Nemesio Fernández, entró a trabajar como peón en la carbonería que estaba al final de la Avenida de Repélega, esquina con Ramón y Cajal (frente a las casas de Villa Nueva), negocio que llevaban el matrimonio Pedro y Aquilina, él alavés y ella natural de Dima. Una vez que estos se jubilaron en 1961, Nemesio Fernández se encargó de regentar la carbonería. Su hijo, Santos, recuerda cómo aún siendo un chaval repartían el carbón por las casas de Repélega, ayudados por un burro y un carro. Según me cuenta, su trabajo se circunscribía prácticamente a este barrio, pues en Portugalete había otras muchas carbonerías que abarcaban sus zonas más inmediatas. Realizaron este trabajo durante cuatro años, hasta que en 1965 abandonaron el negocio del carbón.
Como muchos del barrio, llegaron a conocer el famoso lavadero de la Campa de San Cristóbal, que como tenía un tejadillo muy empinado y se situaba en una hondonada, facilitaba que los niños se subieran a dicho tejadillo, encima del cual jugaban allá por los años 60.
De esta misma década recuerdan un hecho luctuoso acaecido en la cercana campa de Landaberri, cuando en una diminuta casa que allí existía habitada por el matrimonio conformado por Salvador y Asunción y sus dos hijos, se produjo un terrible incendio que acabó con la vida de uno de los vástagos.
Muchas son las tiendas, bares y almacenes de los que se acuerdan como existentes en la década de los 60 y 70 del siglo XX: así por ejemplo, los bares de Chamagua, Picotos y Meñaca, casi contiguos, en Repélega Viejo. Justo en frente, en El Roble, el bar de Mari y “El Chato” (no confundir con el que más tarde regentaron en la calle Ramón y Cajal). Junto al campo de futbol que existió en el actual Parque de Martínez de las Rivas, estaba la bodeguilla de los Acha. Y junto a la carbonería que habían regentado, se levantaba el almacén de maderas que llevaba Virgilio.
Encabezando esta entrada y bajo la imagen de la barriada el año de su inauguración recogemos las fotografías cedidas por Santos Fernández (si bien las dos más modernas fueron efectuadas por Agustín Benito). La primera data de 1969. Se trata de la parte alta de la calle Almirante Vallecilla. Vemos a la derecha los bloques de casas de las calles Alfonso del Pozo y Juan Antonio Zunzunegui, construidos un año antes. Al fondo a la izquierda tenemos el cerro de San Roque, llamado entonces popularmente “monte de piedras”, debido a las obras del depósito de aguas. Como se observa en la imagen (donde aparece Santos Fernández, siendo el segundo por la derecha), el suelo carece de asfalto, siendo tan sólo tierra apisonada.
La segunda imagen es de 1993 y corresponde al grupo de casas que formaban parte de Repélega Viejo. Se situaban frente a El Roble. De izquierda a derecha, tenemos el caserío donde estaba la tienda de ultramarinos Varona, luego reconvertida en bar (este caserío fue derribado en noviembre de 2007), en el centro, la casa que albergó el bar Meñaca, y a la derecha la casa perteneciente a Pedro Sáez, personaje popular que había sido torero y después taxista. En los bajos del inmueble abrió el bar “Chamagua”, que por alguna razón los del barrio llamaban “de la cagona”.
La última foto también es de 1993, tratándose de una estampa de Repélega Viejo, en su parte más adyacente al grupo El Roble. Todo este entorno desapareció entre los años 2007 y 2008.
AITOR GONZÁLEZ GATO.
La tienda de varona nunca fue un bar, el bar era el Gure Etxea , nada que ver con la tienda
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ResponderEliminarLa tienda original de ultramarinos era la tienda de Elvira, no de Varona,esta es posterior. El primer edificio derrivado en la calle Repélega fue la casa de Ernesto "el chatarrero", estaba frente a la casa de Agripina y pegada a la fabrica URBASA. La segunda casa derrivada fue el caserio de Pombo,la última casa de nuestra calle,( para ampliar la escuela de maestria).En la última foto la casa con setos, es la casa de Agripina. Los últimos moradores fueron Estrella y Satur. Bonitos recuerdos de mi infancia. Andoni Maseda.
Queda anotado, gracias por las correcciones
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