Presentamos hoy este articulo que nos
ofreció Goio Bañales, el 17 de abril de 2008 en su desaparecido blog, dado
su interés para conocer la sociedad portugaluja del año 1630. Recogemos en un
anexo la relación del vecindario de aquellos años, para los curiosos o estudiosos
en esa época.
En el Archivo Histórico Municipal de
Portugalete se halla un documento de valor excepcional desde el
punto de vista histórico. Refleja como muy pocos el estatus social de todas y
cada una de las familias que habitaban en la villa en el primer cuarto del
siglo XVII.
Se trata de un donativo, por valor de
11.000 reales, que Portugalete
quiso hacer a la corona. Una cantidad que se recaudó contribuyendo
cada familia de forma proporcional a su riqueza. Todos participaron, pobres y
privilegiados.
El conjunto de la población de la villa -se
data en 1630- ascendía a 178 vecinos, entendidos estos como cabezas de grupos
familiares. Se contaban, incluso, las viudas, que no se libraron de poner
la parte que les correspondía. La cantidad media se establecería en cerca de
los 62 reales/contribuyente; sin embargo, el desfase en el reparto de la
riqueza era tan enorme que en el documento encontramos terratenientes capaces
de aportar 400 reales (el preboste Pedro de Salazar, el general Martín de
Vallecilla y Domingo Martinez de Guisasa) y pobres a los que se les ha rebajado
su aportación a 12 reales como fue el caso de María “la Balluso”.
Es decir, una desproporción de más del 33:1.
En aquel tiempo la categoría social de
una persona, su estatus, su capacidad de acceder a puestos de representación
pública, etc. estaba en relación a su riqueza (poco más o menos como hoy día).
Por tanto, no deben perderse de vista documentos
como este, pues nos informan como ningún otro del contexto social en el que
aquellos vivían y de la posición que ocupaban en la pirámide social. Puede
haber, claro está, alguna persona que por algún motivo tuviese menor
contribución que la que su verdadero poder adquisitivo exigiría, pero esto
resulta difícil de discernir. Por ejemplo, cabe pensar que se tuviese un cierto
miramiento con las viudas, o que gente que tuviese el grueso de sus propiedades
en los concejos y gozase de doble vecindad no cotizase en función de su nivel
sino en la parte que le correspondiese por sus propiedades en la villa. En fin,
cierta casuística que, con todo, no desvirtuaría mucho -supongo- el resultado
final del análisis.
Una sociedad con ricos muy ricos y
algún pobre de solemnidad, en el que las grandes fortunas se fueron agrupando
en ciertas familias y luego, mediante los vínculos y mayorazgos, en
individuos concretos, pero con una característica que ya apunté en el libro de
los "Mayorazgos de Portugalete",
en la que me reafirmo, y es que no se trataba de una sociedad cerrada sino que,
por el contrario, durante los siglos XVI y comienzos del XVII estuvo muy
abierta al cambio y permitió que se creasen nuevas fortunas y el enlace de unas
familias con otras. Otra cosa bien distinta es la lectura que ofrece en este
aspecto la sociedad del resto del XVII y de siglos posteriores.
Otra de las lecturas que se me ocurre
para cerrar este artículo es que la gran cantidad de viudas que aparecen
reflejadas no es casual. Un pueblo abierto al mar como Portugalete, donde la
mayor parte de los hombres desempeñaba sus labores en la marina de guerra o en
la mercante, con el alto precio de vidas humanas que esto supuso en aquellos
años de guerras constantes, no podían ofrecer otro resultado. Y lo más
dramático es que estaban próximos a llegar años aún peores en ese sentido.
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ANEXO
En dicho documento las cantidades recogidas se desglosaban así:
Con 400 reales:
Pedro de Salazar,
el alférez y preboste mayor,
Martín de Vallecilla, general y
Domingo Martínez de Guisasa.
Con 300 reales:
Francisco de Vallecilla,
hermano del general,
Pedro del Manzanal, capitán.
Con 264 reales:
Martín Pérez de Coscojales,
Cristóbal de Torreblanca,
Domingo de Vallecilla
(en algunos documentos se apunta con este nombre a Domingo Martín de
Vallecilla, hijo del general, aunque posteriormente a esta fecha -año 1630- es
más frecuente hallarlo simplemente como "Martín"), Aparicio de Hormaeche,
Pedro de Bilbao Leguizamón,
Juan del Casal Martiartu
y
Santiago del Río.
Con 200 reales:
Antonio
de Larrea y su madre (entendidos como una sola unidad
familiar),
y Antonio de Bilbao.
Con 160 reales:
Pedro de Gordón,
Marcos de Llano, capitán
Juan de Peredo, capitán
Pedro de Avellaneda Salazar,
Lope de Montaño Salazar,
Pedro de Montaño,
Pedro de la Pedriza,
Juan de Pucheta,
Ochoa de Otañes
y
Cristóbal de Torreblanca,
el menor.
Con 132 reales:
Juan de Sobrado, que
era alcalde aquel año,
Pedro del Casal Salazar
y
Fernando de Tavorga.
Con 100 reales:
Pedro de San Martín,
Gregorio de Coscojales,
Juan de Echeburu,
almirante
Pedro de Rasines,
Martín de Mendívil,
Gregorio de Aranguren,
Martín Pérez de Zabala,
capitan
Pedro de la Torre,
Juan Ochoa de las Muñecas,
Domingo Sánchez de la Cueva,
Teresa Sánchez de Capetillo,
viuda,
Juan de Goicoechea
y
Santiago del Meillo
Hasta aquí podría considerarse el grupo de los más privilegiados, en el que
podíamos incluir, tal vez, a algunos que pagaban unas cantidades que se salían
de las comunes, como Miguel de Vera
Salazar, con 80 reales, Toribio
Calderón, 60 reales, Joan
de Badillo, 70 reales, Francisco
de Boo, 80 reales, y Juan
de Castaños, que pagó 90 reales.
Con 48 reales, ya por debajo de lo que un reparto indiscriminado hubiese
exigido, contribuyeron:
Antonio de San Martín,
licenciado
Andrés de la Quintana,
Isabel de Revilla, viuda,
Lope de Sertucha Villela,
María Sáenz de Musques,
viuda,
Mateo de Cuevas,
María Sáez del Azebal
e hijos,
Mariana de Engola y
Joan de Cauto.
El mayor grupo -en el que llama la
atención el elevado número de mujeres que encabezan un conjunto familiar,
normalmente viudas- fue el siguiente:
Con 36 reales:
Sebastián de Chavarri,
Teresa Pérez de la Sierra,
María Lucas de Ruibañes,
Andrés de Baracaldo,
Sebastián de la Llosa,
el menor,
Sancho de Echavarri,
Juan de Zaldivar,
María de Barzenilla,
Juan de Otañes,
María Sáenz de Vallecilla,
viuda,
María de Ybarra y sus
yernos,
María Santos de Galíndez,
viuda,
Miguel de Ugarte,
Domingo de Amezaga,
Pedro de Elguero,
Domingo de Avellaneda,
María de Sojo, viuda,
María Hernández de Martiartu, viuda,
Isabel de Martiartu,
viuda,
Juan de Laudio,
Santiago de Urtetegui,
Ana González,
María Urtíz de Zavalla,
Joana de Garita,
Antonia de Villabaso,
viuda,
Juan de Flor, su
yerno (de la anterior),
María de Revilla,
Juan de Zavala,
Simón de Garay,
María de Pedrosa,
Aparicio de Pucheta,
Martín del Casal,
Martín de Butrón,
Joan de Llano,
Antonia de Elguero, viuda,
Sebastián de la Llosa,
Pedro de la Ternueva,
Domingo de Gamecho,
María Sáenz de
Zuazo, viuda,
Antonio de Larragoiti,
María de Origuen,
viuda,
Francisco de Montaño,
Asensio de Uribe,
Martín de Demosti,
Pedro de Arteaga,
Catalina de
Barasueta,
Marcos de Boo,
María Pérez de
Landaverde, viuda,
Vicente de
Tellaeche,
Ramos de Pucheta,
Mariana de
Rasines,
Santiago de
Demosti,
Sancha Ortíz de
Santurce, viuda,
Pedro de Guerra,
Ana de Gordon,
viuda,
Lucía de Revilla,
viuda,
Francisca de Pucheta,
Bartolomé de
Avellaneda,
Juan de Llano,
Magdalena de
Elguero,
Juan de Llano,
Pedro de Villar,
Juan de Uruxula,
Ochoa Pérez de
Basori,
Francisco de
Zavalla,
Marcos de
Echavarri,
Simón de
Capetillo,
Juan Moreno,
Tomás de Elguero,
Fernando de
Chavarria y su suegra,
Matías de Goiri,
Francisco de
Vallecilla,
Juan de Ubiarnes,
Marta de la
Baluga, viuda,
Diego de Laya,
preceptor,
Martín Pérez de
Arana e Iñigo
de Sesto (se citan ambos juntos),
Ana de Ugarte,
viuda,
Mariana de
Loizaga, viuda,
Sebastián de
Lecanda,
María Sáenz de
Nalda,
María de
Larraondo, viuda,
Juan de
Musaurieta,
Juan de Zuazo,
Antonia de
Rasines, viuda,
Juan Ramos del
Pedregal (como) yerno de Pedro de Villar,
Ramos de Sarabia,
viuda,
Gregorio de
Nozedal, yerno de "la Morena",
Martín de Lereta,
capitán,
Inés de Gordon,
viuda,
Pedro de
Aresmendi,
María de
Sorribas,
Águeda de
Romeroso, viuda,
Pedro de Cotillo,
Domingo de
Bastereche,
Nicolás
Rodríguez,
Pedro de Cotillo
(difunto, se cobra de sus bienes),
María Sáenz de
Nozedal, viuda, y
Juan García de
Palacios.
Con 24 reales
Rodrigo de Flor,
Bartolomé de
Aresmendi,
Martín de
Goyarzu,
Juan de Las
Casas,
Pedro de Gana,
Marcos de
Sarantes,
María Alonsa de
Ybarra,
Inés de Larrea
Salazar,
María Sáenz de
Musques, hijas de Francisco
de Vallecilla,
Juan de Urcullu
y su suegra,
Catalina de
Fontuso e hijos,
Felipe de
Ochandía.
Con 16 reales:
María de Montellano,
María Juanes de Echavarri,
viuda,
Julián de Mazos,
María de Urrutia
dicha "Paredes",
Sebastián de Nozedal,
Juan de la Vega.
Con 12 reales:
María "la
Balluso".
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