Hoy traemos a aquí a este portugalujo que se convirtió en un
gran colaborador de la causa judía para constituir el estado de Israel y ayudar
a repatriar a él a judíos procedentes de todo el mundo.
Nacido en Portugalete en 1911 era hijo del popular “Berriz”,
Domingo Gangoitia Berganza (n. 1886), (su padre también Domingo, procedía de
Berriz) y de Isabel Bañales Urquijo (n. 1990) de San Salvador del Valle.
Miembro de ANV su aventura vital llena de acontecimientos
empezó a raíz de los sucesos revolucionarios de octubre de 1934 que le llevaron
a la cárcel y finalizó en Israel tras haber sido, como hemos señalado, uno de
los personajes clave en la odisea de llevar judíos por mar a Palestina en los
primeros años de la posguerra mundial.
Durante la guerra civil fue teniente de la ertzaintza motorizada, integrado en el
Estado Mayor del Ejército del Norte hasta la caída de Asturias desde donde pasó
a Francia para volver por Cataluña, siendo gobernador de la Comandancia
General de Ingenieros del ejército Republicano de Maniobras participando en
1938 en el Frente de Teruel.
Tras la huida a Francia, en noviembre de 1939 ante la
amenaza de una inminente invasión alemana se incorpora al regimiento de
artillería del ejército francés, como medio de no ser enviado a España.
En junio de 1940, tras la derrota, se fue a Marsella donde
había muchos refugiados españoles y donde hizo de guardaespaldas de
significados políticos en el exilio. A principios de 1942 es detenido y encarcelado
en el campo de concentración de Gurs donde estuvo hasta abril de 1944. Allí
ayudó a sacar a judíos del campo antes de que fueran enviados a campos de
exterminio. Fue uno de los vascos que más tiempo permaneció internado en este
campo de concentración ya en la última fase de su funcionamiento.
Junto con otros dos portugalujos, Olano y Ormaechea, consiguió
escapar pero fueron capturados y llevados a trabajar para la Wehrmacht alemana.
Como además de francés e inglés hablaba alemán, un oficial nazi le llevó con él
a Paris como suboficial de la Lufwaffe, pero en Burdeos es detenido. Liberado
por un mando alemán que era un “topo” del servicio de inteligencia británico,
se enrola en la resistencia francesa y acaba en Marsella donde llevaban suministros
al ejército americano que avanzaba liberando Francia.
En 1947 el gobierno vasco le nombró delegado representante
para asuntos de refugiados, siendo su actuación de gran importancia en la
repatriación de judíos a Israel, y llevando a cabo la operación de recate más
grande y espectacular en la historia de la inmigración clandestina judía.
Según sus palabras "en
ese momento teníamos muchas cosas en común con los judíos perseguidos y cuyas
comunidades luchaban por la identidad nacional."
Junto con Rafael Inda, de Las Arenas, contactó con una
treintena de compatriotas exiliados entre los que estaba el capitán Esteban
Hernandorena, de Somorrostro, consiguiendo formar una parte importante de la tripulación de
los barcos gemelos “Pan York” y “Pan Crescent”, para trasportar a más
de15.000 judíos supervivientes del holocausto, en una repetición del golpe de
efecto como había sido el del “Exodus”.
Partieron el 25 de diciembre de 1947 desde Bulgaria, pero, esta vez tres destructores
británicos les interceptaron enviándoles a la isla de Chipre a un campo de concentración.
Sin embargo “yo conseguí salir del campo
de retención de Chipre dos meses después por medio de un nombre falso, y de
allí me trasladé a Israel donde llegué para seguir colaborando con el traslado
de judíos hasta Palestina”.
Tras la posterior llegada al puerto de Haifa de los citados
buques con el ya recién creado Estado de Israel, el gobierno israelí en
gratitud le otorgó a él y a Esteban Hernadorena la nacionalidad israelí como
héroes. Mientras Ernandorena se quedó allí ayudando a crear la Marina Mercante
de Israel, él regresó de nuevo a Francia, con objeto de participar en el famoso
Exodus II, otro de los barcos en el que embarcaron hebreos de todo el mundo
llegados a Francia, rumbo a su nueva patria.
Ya de nuevo en Israel se incorpora a la marina mercante
israelí, conoce a su mujer y
nace una de sus dos hijas permaneciendo hasta 1959. Por su parte Esteban
Hernandorena siguió allí hasta su muerte en 1965, donde una calle de Haifa
lleva su nombre por su actuación, así con en nuestra Villa le dedicaron otra en
1997 creyendo erróneamente que había nacido aquí.
En 1985 concedió una larga entrevista al CORREO en la que
contaba sus 14 años de aventuras desde la revolución de octubre hasta el fin de
su estancia en Israel.
Murió en Bilbao el 9 de mayo de 1994.
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